martes, 29 de septiembre de 2009

Mi psicologo, el Tao y las lechuzas


Mi psicólogo solía decir : "Así están dadas las cosas". Esta frase de cabecera era aplicable a casi todo lo que puede acontecer en la vida de una persona. "Doctor, mi novio es un psicópata"; "Doctor lo dejé pero ahora no quiero estar sola"; "Doctor debo 20 meses de teléfono por que me olvidé de pagarlo y están por cortarmelo"; "Doctor, el profesor de derecho penal es un malnacido y de seguro va a bocharme y se encargará con todo placer de borrar la sonrisa de mi cara"; "Doctor, estoy deprimidaaaa!"" Doctor, estoy gorrrrda";"Doctor, creo que si no me mudo rapidamente de casa mataré a mi madre"; "Doctor estoy estresada del trabajo. Quiero hacer algo creativo... No sé..."; "Doctor, ¡del arte no se puede vivir en este país del orto!"; "Doctor, un caco se ha llevado todas mis pertenencias cuando salía del subte en Scalabrini Ortíz, incluída la plata para pagar la sesión".
Toda esta sucesión de miserias se compensaba con: "Así están dadas las cosas". Casi un precepto de la ley de Murphy. No te quejes que siempre, pero siempre, puede ser peor. Y yo , en ése momento enganchada en el melodrama alla italiana sufría cual perra por cada tipo que se iba, por cada materia que no quería estudiar, por cada tipo que dejaba por que no era lo que estaba esperando, por cada fin de semana que no salía, por cada cosa que quería hacer y no podía. Y demases de ése estilo. Un asco de persona; una mente retorcida hasta el punto de lo ridículo. El existencialismo del doctor no me iba de ninguna manera. El, siempre calmo; detrás había una fuentecita con agua cayendo para inducir al sueño o a la tranquilidad, vaya uno a saber, y entre la fuente y él, la maraña de problemas de mi cabecita quemada. Todo muy feng shui, pero a mi la guita no me alcanza, la vida no me alcanza, el tiempo no me alcanza.

"Así están dadas las cosas" ¿QUE MIERDA QUIERE DECIR ESO? ¿¿¿QUE??? Que pago una sesión de 40 minutos, llego siempre corriendo, me siento, hablo, hablo, hablo, expongo lo más intimo de mi ser, aquello sobre lo que pensé y pensé y pensé hasta que me salió, literalmente, humo de la cabeza, pago, saludo, me voy y la misma noria la semana próxima. Todo éste esfuerzo mental para que alguien me diga- traduciéndolo- "¡Dejá,Boluda! ¡¿Para que te hacés problema si no podés cambiar nada?! ¡Que todo te chupe un huevo! ¡Disfrutá boluda!"

En fin, en medio de mi locura cotidiana me preguntaba yo como el tipo podía estar siempre tan tranquilo, tan centrado. Y si el hecho de cobrar bastante por sesión era una pista de su, al menos, traquilidad económica, la cosa pasaba por otro lado. Evidentemente él estaba sabiendo algo que yo no, ¿sino por que tan tranquilo?. A algo habrá llegado éste ser humano luego de escuchar tanta gente turula por tanto tiempo, pensaba yo. Alguna conclusión, algo que lo hace pensar ante un problema: "Así están dadas las cosas". Tanta simpleza no aparece de un día para el otro, así como que te despertás y pasaste de ser el personaje de Jack Nicholson en "Mejor, Imposible" a ser Sai Baba. No, no, no, no. Como decía la de Fama: " La fama cuesta...", yo diría:"La iluminación cuesta "- y las sesiones de terapia , ni te digo-.
A todo esto mi psicólogo era musulmán, tanto que rezaba durante la sesión -ellos deben rezar muchas veces al día-. Creo que de haber usado turbante no habría podido pasar ni cerca de ningún aeropuerto, por que daba Bin Laden. Quizás su religión influenciara en su paz mental, no lo sé. Y solía hacer chistes con éso. Cuando le dije que viajaba a Europa y que me daba miedito los atentados y demás me dijo : " Ahhh, nooooooo, ni te preocupes, que le avisamos a los muchachos que vas así se toman unas vacaciones. Son paisanos..." y después el tipo tenía salidas de lo más graciosas todo el tiempo, como decirle al fulano del cual yo estaba enamorada : "El muchachito", "el chaboncito", " el señorito" o " tu peor es nada" y cosas del estilo; que realmente a la distancia, pienso y creo que tanto diminutivo junto hablaba de " Dejalo es como poca cosa".
El doctor leía el Tao y coleccionaba lechuzas por que son un símbolo de sabiduría. Tenía un libro del Tao en la mesita, al lado de las Hola, y yo empecé a leerlo entre sesión y sesión. No sé que habrá sido, si tanto verlo todas las semanas; si yo me harté de mi misma; o si el Tao ingresó a mi corteza cerebral cuando menos me di cuenta, que hoy por hoy muchas veces me descubro pensando : " Y bueno, así están dadas las cosas" y me tomo el bondi silbando bajito y me voy con los quemados a ver una de tiros. Let it be.

1 comentario:

  1. así están dadas las cosas no es mas que aceptar la realidad, las cosas como son. si no aceptamos la vida como es, en qué mundo de fantasía vivimos? (o mejor dicho, que mundo nos inventamos en el que queremos vivir?)

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